Berliner Abendpost - Los desafíos hercúleos de Ancelotti para relanzar la Seleçao

El veterano entrenador, que a sus 65 años solo ha dirigido clubes, asumirá las riendas de una selección que desde hace años arrastra resultados frustrantes y un juego deslucido.

Su más reciente palmarés atestigua de su capacidad: dejará el Real Madrid este mes como el técnico más laureado de la historia del club con 15 trofeos, incluyendo tres en Liga de Campeones (2014, 2022 y 2024).

Convertirse en el cuarto entrenador de Brasil en solo tres años será un "reto muy importante", reconoció Ancelotti, que se estrenará con la Verdeamarela el 5 de junio en casa de Ecuador.

"Carletto" deberá reavivar la chispa de la afición de un país loco por el fútbol, pero que acabó dando la espalda a su selección, irreconocible tras un pasado glorioso que dio cinco copas mundiales y encantó al planeta con su "jogo bonito".

"Solo por el hecho de haber anunciado a Ancelotti como entrenador, la gente volvió a creer nuevamente (...) Pero tiene una enorme responsabilidad: llevar a Brasil hacia su sexto título mundial", afirma a la AFP Cafu, último capitán de la Seleçao en haber levantado el máximo trofeo, en 2002.

- Recuperar la fuerza colectiva -

"El principal desafío es hacer que Brasil tenga nuevamente una fuerza colectiva", estima el periodista brasileño Gustavo Hofman, de la cadena deportiva ESPN, que siguió a Ancelotti en Madrid, tras cubrir a la Seleçao.

"Y tiene que hacer eso con poco tiempo para entrenamientos", añade, al recordar que el italiano no podrá estar en contacto cotidiano con sus jugadores, como en un club.

"Su mayor desafío es el tiempo", que le dificulta imprimir "un estilo de juego a la selección", subraya Cafu, que cerró su carrera bajo las órdenes de Ancelotti, entre 2003 y 2008, en el AC Milan.

Con el récord de cinco trofeos de Liga de Campeones como entrenador, el italiano deberá sacar lo mejor de delanteros como Vinícius Jr o Raphinha, que se lucen respectivamente en el Madrid y el Barcelona, pero que dejan que desear con la Canarinha.

"Sabe llevar un vestuario, y sabe hacer entender a los jugadores lo que espera de ellos (...) Tendrá que hacer jugar a la Seleçao como un todo, sin vanidades individuales, siguiendo un único objetivo", dice Cafu.

- Arreglar las fallas defensivas -

Brasil marcha en cuarto lugar en las eliminatorias sudamericanas al Mundial 2026. Su clasificación no parece estar en peligro (se disputan seis lugares, además del repechaje), pero hay estadísticas alarmantes: la Seleçao ha encajado 16 goles en 14 juegos y cedió cinco derrotas, incluyendo dos ante la archienemiga Argentina.

En comparación, el Brasil de Tite terminó invicto la ronda clasificatoria al Mundial-2022, con solo cinco goles encajados.

Hofman señala sobre todo "carencias en los laterales", donde jugadores como Vanderson (Mónaco) no consiguen imponerse. Algunos de los mejores laterales de la historia fueron brasileños, como Cafu, Roberto Carlos o, más recientemente, Marcelo.

Pero la llave del equilibrio defensivo podría venir del mediocampo, y del regreso de Casemiro, muy apreciado por Ancelotti cuando estaba en el Madrid, pero que no viste la camisa brasileña desde octubre de 2023.

Luego de una sequía tras su traspaso al Manchester United en 2022, Casemiro "volvió a subir su nivel de juego en las últimas semanas", apunta Hofman, que estima que el próximo Brasil se formará en 4-4-2, como el Real Madrid esta temporada.

- Resolver el factor Neymar -

Otro asunto delicado será qué hacer con Neymar, de 33 años, el máximo goleador de la Canarinha, maltrecho por las lesiones.

De vuelta este año al Santos, el club que lo formó, el número 10 debía regresar a la selección nacional en marzo, pero un enésimo problema en el muslo lo mantuvo nuevamente alejado de las canchas.

"Si está en forma físicamente y juega con regularidad, su presencia en la selección es indiscutible", dice Hofman. Pero Ancelotti "no se va a quedar esperando a Neymar", añade.

El exseleccionador brasileño y capitán del tetracampeonato mundial, Dunga, descarta una vuelta al "jogo bonito" pero se muestra optimista: "Creo en su filosofía del fútbol, que dará buenos resultados, pero no sé si a la prensa le gustará la forma de jugar. A la gente sí, porque va a ganar", dijo a la AFP.

N.Mahnke--BlnAP